Todos los coches nuevos homologados a partir del 1 de abril deben estar equipados con el sistema europeo de llamadas de emergencia automático eCall, un sistema que avisa a los servicios de emergencias en caso de accidente.

Funcionamiento del sistema

Este sistema funciona con sensores que detectan si se trata de un siniestro grave y envían un mensaje al 112 con la geolocalización del vehículo. Esta llamada también puede ser realizada manualmente por los ocupantes del vehículo, pulsando un botón generalmente situado encima del retrovisor. Aparte de los sensores, el sistema está formado por una SIM virtual y un localizador satélite que envía a través de GPS la ubicación precisa y otra información de utilidad.

Esta tecnología, que no cuesta a los fabricantes más de 100 €, puede acelerar en un 40 % los tiempos de respuesta del servicio de emergencias en áreas urbanas y un 50 % en zonas rurales, así como reducir un 4 % el número de muertes por accidente.

Por otro lado, la normativa europea también obliga a mejorar la infraestructura de las redes públicas de comunicación móviles inalámbricas, para poder gestionar correctamente y en el mínimo tiempo posible todas las llamadas recibidas.

Protección de nuestros datos

Otro punto importante es la privacidad de nuestros datos, el reglamento europeo establece que en ningún caso podrán ser intercambiados entre el eCall y el sistema de comunicación asociado para otros fines que no sea la respuesta a una emergencia. Los fabricantes deben asegurarse también que el eCall no pueda ser localizado ni objeto de seguimiento permanente. Además, los datos de memoria interna se irán suprimiendo de manera automática y continuada.

El objetivo principal es reducir los tiempos de respuesta en caso de accidente grave que, junto con los sistemas de ayuda a la conducción que se están desarrollando en la actualidad, buscan garantizar la seguridad vial y reducir al mínimo el número de muertes por accidentes de tráfico en las carreteras europeas.