En el nuevo mundo en el que cada vez es menos importante contar solo la cilindrada de un coche, es normal que las marcas intenten nuevas maneras de designar a sus vehículos que basándose en esta únicamente. Las nuevas propulsiones están cada días más presentes en nuestras vidas y en nuestras carreteras por lo que Audi, como siempre pionera a la hora de entender el mercado y a sus usuarios, ha decidido cambiar el nombre con el que designa sus vehículos para centrarlo más en la potencia de salida de la que disponen estos.

Dietmar Voggenreiter, Director de Ventas y Marketing de AUDI AG cuenta más detalladamente el porqué de la decisión de Audi, “A medida que las tecnologías de propulsión alternativas cobran cada vez más relevancia, la cilindrada como atributo del rendimiento de un motor pasa a ser menos importante para nuestros clientes. La claridad y la lógica estructuración de las designaciones de acuerdo a la potencia de salida hace posible distinguir entre los distintos niveles de rendimiento”.

Así pues se usarán dos números para designar los niveles de rendimiento, que se irán incrementando de cinco en cinco para representar las jerarquías dentro de sus respectivas series (como sabemos cada modelo tiene varias motorizaciones distintas y esto es lo que se trata de estratificar) y la posición general que ocupa el modelo en concreto dentro de la marca. La nueva nomenclatura abarca desde el Audi Q2 con 85 kW (que pasaría a denominarse Audi Q2 30 TFSI) hasta el Audi Q7 con 200 kW (que sería el Audi Q7 50 TDI). Todos salvo los modelos de altas prestaciones los S y los RS (además del R8) con los que se pretende escenificar su exclusividad y alta posición dentro de la marca, los demás entrarán en el siglo XXI dejando atrás la importancia exclusiva de la cilindrada por un sistema más completo.