Los frenos son una pieza fundamental e imprescindible para mantener tu seguridad en la carretera. Un uso excesivo de los mismos, sobre todo en vías con mucha pendiente, puede provocar un sobrecalentamiento de las pastillas de freno y las consecuencias pueden poner en riesgo tu integridad. En este artículo te damos algunos consejos sobre cómo evitarlo y te explicamos por qué se produce. Recuerda realizar revisiones periódicas de tu automóvil y acudir a un taller de confianza si notas algún síntoma de avería.
¿Cómo funcionan los frenos del coche?
En la actualidad la mayoría de coches comercializados en nuestro país están equipados con frenos de disco que giran al mismo tiempo que las ruedas. Al frenar, las pastillas de freno presionan este disco y generan una fricción que termina por detener el vehículo. Las pastillas de freno contienen sustancias orgánicas que se solidifican en su fabricación. Sin embargo, cuando son expuestas a temperaturas extremas pueden descomponerse y generar gases que provocan un sobrecalentamiento y reducen el coeficiente de fricción.
Los discos de freno están formados por diferentes orificios que aceleran la disipación del calor, ya que el aire pasa por los agujeros y transfiere el calor generado.
¿Qué genera un sobrecalentamiento o fading?
En el proceso anterior se genera mucho calor y se aumenta la temperatura del coche. Si esta temperatura se sobrepasa, debido a una frenada muy continua, se puede crear un sobrecalentamiento. Este fenómeno puede provocar pérdida de eficacia en la frenada e incluso, en casos extremos, impedir realizar la parada del vehículo.
¿Cómo evitar un sobrecalentamiento?
Aunque en algunos casos es inevitable que los frenos se sobrecalienten un mínimo, en zonas con mucho desnivel como los puertos de montaña, existen una serie de buenas prácticas que pueden reducirlo.
Lo más importante es evitar presionar el pedal de freno durante mucho tiempo. Realiza frenadas intermitentes e intensas para controlar la velocidad en cuestas pronunciadas. También es conveniente reducir el uso del punto muerto en pendiente, ya que la carga de frenada aumenta cuando vayas a tener que frenar. En todo caso, si no puedes evitar frenar durante mucho tiempo, y comienzas a notar un olor fuerte a fibra o que no están funcionando correctamente los frenos, detén el vehículo en un lugar seguro y espera a que se enfríen.
Aquí te dejamos algunas recomendaciones, pero recuerda que es muy importante realizar revisiones cada cierto tiempo y llevar un buen mantenimiento de todos los elementos del sistema de frenado, como el líquido de frenos, los discos o las pastillas.